Escuchar la palabra dictadura provoca un sonido desalentador y tormentoso, una sensación de cosquilleo que entumece, y deja la idea de que hay heridas que no pudieron sanar.
Somos niños queriendo contar una historia que marcó a miles de chilenos, que traspasó las fronteras geográficas e ideológicas, y que polarizó a un país entero. Somos tres niños queriendo reemplazar la palabra tortura, muerte, detenidos desaparecidos, por justicia, respeto y dignidad.
Conversemos…
sábado, 18 de mayo de 2019
Opinión/Conversar la resistencia en dictadura.
La victoria golpista permitió instaurar una
política del terror. Los actos represivos
en contra de aquellos grupos contrarios a Pinochet, permitieron recrear cientos de escenas traumáticas en
los 17 años del gobierno dictatorial. Las armas fueron el símbolo clásico de represión, sin olvidar los crueles métodos utilizados en los centros de tortura, el
fusilamiento, la censura, y toda acción
tendiente a suprimir
la libertad. Y ciertamente, esta política cruel de exterminio, estuvo
solventada por instituciones militares,
civiles, y también centralizada en la
entonces policía secreta DINA (y
posteriormente, CNI).
Esa resistencia fue la más
inhumana y violenta. Sin embargo, hubo otras que desafiaron a los poderes
absolutistas, como los colectivos sociales que se unificaron para salir a
promover el cambio en las calles,
o ciertos grupos definidos a
través de las manifestaciones culturales
y artísticas. Aquello significó construir una resistencia amorosa, emotiva
y sujeta a provocar un cambio para generar participación activa. Por
ejemplo, las brigadas muralistas, como Ramona Parra, que si bien fue creada
antes del golpe, se movilizó durante la dictadura para alzar la voz a través de
trazos y colores urbanos. Los panfletos o medios de comunicación clandestinos,
que denunciaban los actos violentistas del gobierno militar más allá de la
censura. También lienzos como el del reconocido artista visual realizado en
1972 y que lleva su nombre “El
Cartel de José Balmes”, o la existencia del CADA en 1979
(Colectivo de Acciones de Arte) creado por escritores y artistas con el propósito
de intervenir el espacio urbano para provocar cambios sociales en tiempos de
dictadura.
Son muchas las manifestaciones y
construcciones sociales queriendo rescatar al Chile silenciado y prisionero, pero la
que más nos llama la atención, es
cómo hoy nosotros como niños, podemos
reconstruir este momento de la historia, destacando la
voluntad, la valentía y el profundo deseo, por luchar sin armas, sin torturas,
pero sí con música, trazos de colores y poemas que hablan de la resistencia a través del amor.
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