Tras la consulta nacional, la
opción NO consiguió el triunfo con el 56% de la votación, por lo que Pinochet
solo estaría en la presidencia del país hasta 1990. Tras ello, continuaría en
la conducción del ejército hasta 1998.
Fue un 11 de diciembre de 1989 el
día en que nuevamente se realizaron elecciones presidenciales, tras 16 años de
represión política. En ellas se enfrentaron tres candidatos: por la
Concertación de Partidos por la Democracia, Patricio Aylwin; el representante
de derecha y ex ministro de Pinochet, Hernán Büchi, y el fundador de un nuevo
partido, la Unión de Centro Centro, Francisco Javier Errázuriz.
El representante de la coalición
de izquierda obtuvo el triunfo con el 55,17% de los votos.
Además, en las elecciones
parlamentarias que se realizaron en paralelo a los comicios presidenciales, la
Concertación obtendría la mayoría de diputados y senadores. Se iniciaban,
entonces, los gobiernos de la Concertación.
Con la llegada del
democratacristiano Patricio Aylwin a la presidencia del país, se iniciaba un
período de transición. Si bien la gente esperaba con ansias una evidente
transformación de la institucionalidad pública y la conducción del país, la
evolución sería gradual.
Durante los cuatro años que duró
su mandato, Aylwin se fijó importantes metas para estabilizar la nación. Para
poder hacerlo era necesario continuar con el modelo económico, velar por el
correcto funcionamiento de las instituciones democráticas y promover la
justicia social y la reconciliación nacional. Para esto último se creó, el 25
de abril de 1990, la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, presidida
por Raúl Rettig y que reveló que más de dos mil personas sufrieron atropellos a
sus derechos humanos en dictadura.
También se implementaron una
serie de medidas, como el fortalecimiento de nuevos mercados para los productos
chilenos en el exterior, una política de ahorro nacional y cambios en la ley
electoral de municipalidades. Esta última modificación permitiría una mayor
descentralización del país, fortaleciendo a regiones y comunas.
En el ámbito de la educación, se
impulsaron planes para mejorar la calidad de la enseñanza y enfocadas al
perfeccionamiento docente. Todas ellas formaban parte del Programa de
Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación o Proyecto MECE.
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Instaurar la democracia en nuestro país, significó un proceso arduo que
duró muchos años. No era fácil cerrar las heridas, ni tampoco volver a formular
un nuevo modelo social que pudiera ser justo y equitativo. Después de 17 años
de gobernar un poder absoluto, controlador, censurador y con la política del
terror, había que volver a confiar y
sanar. Ayudó la conducta pacifista de la ciudadanía y su necesidad de
querer escribir una historia que fuera
nueva, esperanzadora y constructiva.
Con el gobierno de Patricio Aylwin se promovió el cambio, y fue con el
ejercicio democrático continuo, que la idea de libertad se fue dando. Miles de
chilenos pudieron regresar al país luego del exilio, otros salieron a exigir
justicia y condena para los torturadores, y otros tuvieron que volver a revivir la historia de
dolor, esperando que sus seres queridos desaparecidos, tuvieran un nombre y
apellido reconocible como agradecimiento a la lucha que dieron por conseguir la libertad del país.
Por qué la democracia termina siendo un triunfo, si nunca debió dejar
de existir? Ser libres, poder elegir,
poder opinar, poder conversar, son derechos legítimos que nos pertenecen a
todos. Se puede construir un país, una empresa o una familia sin diferencias? La diversidad nos ofrece
conocimiento y amplias posibilidades
para crear participación ciudadana. Como nuevas generaciones jóvenes, debemos
promover el respeto y diálogo, el convencimiento pacífico y tolerante, de que
todos y
todas, tenemos cabida para escribir con dignidad, la historia de nuestro país.
NVR Historiadores